El fin de semana del 12 al 14 de diciembre la Escuela Libre de Teatro, integrada en el Café d’Espacio, organizó una charla y un taller sobre TEATRO FORO, conducido por Natalia Sanz Miguel.

Mujeres Libres Yazirat, aprovechando nuevamente la ocasión de coincidir con una Mujer Libre en el Café, pudo entrevistarla, contando como “reportero” en esta ocasión con Néstor Bolaños Paz, que asistió al Taller.

Para introducir, algunos datos sobre Natalia Sanz Miguel: practicante y formadora en Teatro Social desde 2007, en Francia, América Latina y España. Actualmente integrante del Colectivo Artístico CACTUS.  http://teatrocactus.wordpress.com/

Entrevista, sábado 13 de diciembre, sobre las 22:00 horas…

MLY (Néstor): Hola, Natalia… Bueno, para empezar ¿puedes presentarte, para que quienes nos lean sepan quién eres?

NATALIA: “Soy Natalia, vengo de la península, de Burgos, he vivido en muchos sitios y en diferentes contextos, entonces ya me siento como una mujer hecha de muchas personas, de muchos contextos. Y algo que me ha conformado mucho, y que entra en mi presentación, puede ser que el teatro social, el teatro comunitario, es una vía, un camino de aprendizaje, que es el que más me apasiona”.

MLY: Trabajas mucho con el teatro de lo oprimido. ¿Podrías explicar lo que es, para la gente que no lo conozca?

NATALIA: “El teatro del oprimido, del personaje oprimido, no es que hablemos de un hombre oprimido, es del personaje oprimido, ya que hay mujeres, hombres, niñas, niños, etc., nace en Brasil, en los años 70, en un contexto de mucho cambio, y nace a la par que la pedagogía del oprimido, que esa educación popular de liberación. El teatro del oprimido busca lo mismo, el nombre lo toma a posteriori.

El teatro del oprimido es un conjunto de técnicas donde entra el teatro legislativo, el teatro imagen, el teatro foro, el teatro invisible, el arco iris del deseo, el teatro periodístico… Hunde sus raíces en la ética, en la solidaridad.

Hay un mapa, en la primera página del libro “Teatro del oprimido” escrito por Augusto Boal, que es el dramaturgo que sistematiza este conjunto de técnicas -pero este conjunto de técnicas son creadas por todas las personas que trabajaron y que intervinieron en todos esos años; Augusto Boal es quien lo sistematiza- y en esta primera página ya vemos cuál es el mapa de este conjunto de técnicas, que está representado como un gran árbol. Y hay un pajarillo, que toma semillas, y yo soy uno más de esos pajarillos, que va multiplicando la herramienta”.

MLY: ¿Y qué pretende conseguir el teatro del oprimido con esas técnicas, ese conjunto de herramientas?

NATALIA: “Contribuir a la transformación social. En la última rama del árbol del teatro del oprimido, son acciones concretas y continuas. Como buscamos un cambio y buscamos vivenciar el proceso y disfrutar el proceso, no nos perdemos en… cómo decir… en “sólo hacer teatro”, sino que el teatro es una herramienta más, lo que buscamos con esto es la transformación social.

A mí el teatro foro, que es una de las herramientas que más practico dentro del teatro social y comunitario, porque el teatro del oprimido es una de mis formaciones, pero también he disfrutado de otras, del teatro espontáneo, del teatro comunitario, de ramas más terapéuticas… yo me voy nutriendo de todo lo que me pueda enseñar la gente con la que me encuentro…

Entonces, ¿qué busca? El proceso, transformación. Buscamos proceso, procesos de cambio con la gente, no para la gente, sino con la gente. El teatro foro a mí me hace aprender. Yo cada vez que hago una representación de teatro foro, me voy más rica. La gente que participó como especta-actor o especta-actriz, también se va más enriquecida. Es un proceso de enriquecimiento mutuo. Los actores o actrices no están sirviendo al público, no hay una relación de cliente consumo, sino una acción de liberación a través del teatro”.

MLY: ¿Cómo relacionarías los feminismos con las propuestas del teatro del oprimido?

NATALIA: “Pues me atrevo a relacionar la corriente feminista en la que yo me muevo, o me siento más identificada, el ecofeminismo, que pone a la vida en el centro.

En vez de esta sociedad pensada para un hombre blanco heterosexual, donde se espera una participación “x”, miramos la sociedad desde no ser ciudadanos sino “cuidadanas y cuidadanos”: poner el cuidado de la vida en el centro, no el producir y el consumir.

Entonces, desde esta perspectiva ecofeminista, yo el teatro lo encuentro como una herramienta más, un camino que transitar, para este cuidado de la vida en mi centro”.

MLY: ¿Cómo ves la participación de las mujeres en el teatro? ¿Tú incorporación al teatro ha presentado algunas dificultades, en algún punto, por tu razón de género?

NATALIA: “Por mi herencia machista, como mujer que estoy en ello, ¿no?, que estoy trabajándomelo y liberándome, y disfrutando el proceso, la verdad, de tomar más conciencia… pues por supuesto ha sido algo que he visto, la dificultad de incorporarse las mujeres.

Quizás yo, naciendo en una sociedad, en una clase media con un poder adquisitivo “x”, donde he podido acceder a un montón de formaciones y talleres, y practicar, no he tenido demasiadas dificultades.

Para mí ha sido más la dificultad cuando he viajado a otros países donde me he encontrado que, al no estar casada, al no tener cierto status reconocido, ha sido más dificultoso el entrar como facilitadora de un proceso de cambio. Pero bueno, he encontrado la facilidad desde el que esto se hace con la gente. Yo simplemente pongo al servicio de la creación herramientas y el grupo de mujeres, hombres, personas con quien vaya a trabajar, va creando.

La incorporación de mujeres al teatro, si nos ponemos a hacer una mirada histórica, que en Grecia sólo eran actores hombres, y los papeles de mujeres tenían que ser representados por hombres, y que sabemos que la esfera de lo público pertenece más a los hombres…

Pero creo que ya hemos avanzado y hemos hecho mucho camino. Todavía hay papeles que para las mujeres cuesta mucho representar, y todavía hay papeles que para los hombres cuesta mucho representar. Entonces creo que, al igual que las mujeres nos hemos perdido mucho el espacio de lo público, los hombres se han perdido mucho el espacio de lo privado. Entonces lo interesante es crear juntos, crear juntas, para que esos espacios cada vez las fronteras sean menos bloqueantes, menos barreras”.

MLY: Muchas gracias, Natalia… Si quieres añadir algo más…

NATALIA: “Pues que estoy encantada aquí con todo lo que está ocurriendo, siento que aquí en Las Palmas, con el grupo del Café d’Espacio, con Mujeres Libres Yazirat, como que hay una apertura tremenda, es una tierra muy fértil, y hay mucha sabiduría. Me encantaría estar más tiempo para tener más tiempo de impregnarme yo de todo lo que hay…”

Quién sabe si quizás pronto volvamos a tenerla por aquí.

Muchas gracias, NATALIA.