El 20 de agosto de 2016, en el marco del BIOAGAETE 2016, un grupo de mujeres feministas llevamos a cabo una PERFORMANCE a pie de calle, delante del escenario principal del BioAgaete.

Activistas agrupadas en colectivos y feministas no asociadas, en total 15 mujeres, nos unimos con el objetivo de generar reflexión entre las personas asistentes al BioAgaete sobre el trato que se da al cuerpo de las mujeres en la sociedad patriarcal.

Les dejamos aquí el texto de la performance y el enlace al album de fotos que hemos publicado en nuestro facebook.

“EL CUERPO DE LAS MUJERES: es decorado, manipulado y transformado, para seguir los cánones de estética dictados por la moda y la sociedad.

EL CUERPO DE LAS MUJERES: es usado como reclamo sexual en la publicidad y en los medios de comunicación.

EL CUERPO DE LAS MUJERES: es cosificado: las mujeres son consideradas un objeto de decoración, de uso, de propiedad privada.

EL CUERPO DE LAS MUJERES: es violado, por conocidos y por desconocidos; abusado, violentado.

EL CUERPO DE LAS MUJERES: es ocultado, mutilado, despreciado… en nombre de tradiciones, culturas y religiones.

EL CUERPO DE LAS MUJERES: es puesto en venta para satisfacer las apetencias sexuales de algunos hombres.

EL CUERPO DE LAS MUJERES: es usado como arma de guerra en los conflictos armados: golpeado, violado, mutilado…

EL CUERPO DE LAS MUJERES: Es exhibido como trofeo, como objeto. como símbolo sexual, como indicador de éxito social, en una sociedad donde ser mujer obliga a preocuparse por la belleza.

Siglo XXI: Seguimos viviendo en una sociedad patriarcal, donde prevalece el poder de los hombres sobre las mujeres, de lo masculino sobre lo femenino.

En este contexto, el cuerpo de las mujeres, obligadas a ser bellas, jóvenes y deseadas, se convierte en un objeto del que la sociedad se apropia para exhibirlo, para venderlo, para comprarlo, para usarlo…

Normalizamos la cosificación de las mujeres y de sus cuerpos.

Normalizamos que en fiestas públicas las mujeres estén expuestas a ser miradas, piropeadas, deseadas, acosadas, tocadas, violadas.

Normalizamos que se culpabilice a las mujeres cuando sufren algún atentado contra su dignidad y su cuerpo.

Normalizamos que, a su vez, se exculpe y justifique a los hombre que ejercen estos atentados.

Normalizamos que si una mujer quiere ser libre, tenga que asumir el riesgo a la violencia sobre ella y sobre su cuerpo.

  Y tú ¿qué pintas?

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