“Siempre he sido muy devota de nuestras genealogías más radicales. Desde que tengo conciencia colectiva y propia, para mí indistinguibles, me he sentido provenir de una estirpe guerrera, bastarda y dispersa que se han esforzado mucho en ocultarme. Siempre me he sabido superpoblada por dentro por multitudes que lucharon antes que yo y a quienes debemos toda la libertad y la plenitud que logramos arrancarle a la vida”.

Con estas palabras introduce Itziar Ziga su libro “Malditas. Una estirpe transfeminista”, en el que nos presenta a 8 “malditas”, contándonos sus biografías y remarcando su aportación al feminismo, a los feminismos.

Este libro es al mismo tiempo una bofetada, un espejo, un soplo de aire fresco, una bocanada robada al viento…y es el que elegimos para iniciar el año en el Espacio de autoconciencia feminista: Mujeres que leen, y que compartimos el pasado viernes 20 de enero.

Es un libro de sensaciones, de emociones. Algunas de las malditas que aparecen en él nos dejan con una sonrisa cómplice en la cara; otras, con gesto de admiración; algunas,  con una desazón en el cuerpo que nos dura todo el día; hay quienes con tristeza; con rabia; con deseo…

Y, sobre todo, es un libro interseccional, que pone sobre la mesa las discriminaciones que se producen dentro del propio feminismo, cuando se aborda exclusivamente desde lo hegemónico, un feminismo blanco, burgués y heterosexual, que deja de lado el resto de opresiones.

Desde ahí, Itziar Ziga nos presenta a 8 mujeres que representan en sí misma la encrucijada de opresiones: por raza, género, clase, opción sexual, procedencia, diversidad funcional, etc.

Algunas de las cosas que hablamos esa tarde, en el Café d’Espacio, acompañadas con la energía de estas 8 malditas, son: (a modo de tormenta de ideas generadas en el grupo)

  • La toma de conciencia feminista.
  • La fuerza del grupo, de la colectividad.
  • La acción colectiva, cuando no hay nada que perder.
  • Hacer algo, hay que hacer algo.
  • La revisión permanente del lugar que ocupamos, incluso dentro del feminismo.
  • Lo que implica ser feminista; las explicaciones que damos cada día.
  • Cuando nos acomodamos en el sistema.
  • Las diferentes escalas o niveles en la “lucha”, en el activismo.
  • Cuando nos “peleamos” entre nosotras: tener claro cuál es el enemigo y ponerle nombre, porque eso se nos ha desdibujado.
  • Las preguntas… ¿qué pasa con las jerarquías dentro del feminismo?
  • Los debates aún pendientes…. porno, prostitución…
  • Los feminismos, en plural, y la necesidad de hablar de sexualidad desde ahí.

Con nosotras estuvieron Valerie Solanas, Sojourner Truth, Sylvia Rivera, Louise Michel, Annie Sprinkle, Olympe de Gouges, Kathleen Hanna y Laura Bugalho.

Construyendo feminismos en plural, desde la interseccionalidad. Como dice Itziar Ziga en su libro: “Lo que no debe ser nunca el feminismo es la excusa para que unas mujeres manden callar a otras”.