El primer libro de 2018 que hemos elegido para nuestro espacio “Mujeres que leen: Espacio de Autoconciencia Feminista”, es “MUJERES, RAZA Y CLASE” de, Ángela Davis.

Llevábamos tiempo con ganas de leerlo y nos acercamos a él con curiosidad y ganas. De momento, los tres primeros capítulos, nos acercan a temas y planteamientos en los que hasta ahora no habíamos reparado y nos ofrece versiones diferentes de la “Historia oficial”.

Ángela Davis, para contar la historia de las mujeres negras en Estados Unidos, empieza hablando de la esclavitud y todo lo que ello representó y sigue representando. Cómo influyó esta realidad en la configuración de la identidad de las mujeres negras y cómo, en esa época, se produjeron estudios y tesis que analizaban la esclavitud invisibilizando a las mujeres negras dentro de la misma, simplificando análisis y conduciendo a ideas absurdas, erróneas, etc.

Después, nos plantea como las mujeres blancas se incorporan a la lucha social a través del movimiento abolicionista y como, participando activamente en él, toman conciencia de su propia opresión de género. Interseccionan aquí raza y género. Y, de entre las mujeres blancas, nos muestra a las mujeres obreras y las mujeres burguesas luchando por sus derechos. Las primeras, contra la explotación en las fábricas; las segundas, contra la “reclusión” en el ámbito doméstico, la sumisión en el matrimonio y el hogar.

Descubrimos que, como siempre, la “Historia oficial” se escribe conforme a las jerarquías. Y así, cuando los hombres escriben, olvidan a las mujeres; y cuando las mujeres blancas burguesas escriben, olvidan a las blancas obreras; y en general, las blancas, olvidan a las negras… Y así, descubrimos también que las versiones que encontramos en algunos libros clásicos del feminismo, son parte de la mirada… pero hay otra parte, que quedó oculta, invisibilizada, pendiente de hacer una revolución interseccional en la práctica.

Afortunadamente, siempre ha habido y habrá quienes mantengan la mirada abierta… Les compartimos aquí un párrafo del libro que habla de esto: “Gracias a la conciencia tan profunda que tenían las hermanas Grimke del carácter inescindible de la lucha por la liberación negra y de la lucha por la liberación de las mujeres, nunca cayeron en la trampa ideológica de insistir en que una causa era absolutamente más importante que la otra. Ellas reconocían el carácter dialéctico de la relación entre ambas luchas”.